FORN DE SANT VICENÇ, Mollet del Vallés, Barcelona. La última gran pastelería que queda aún en pie en la ciudad. Su decoración no entiende de modas ni cambios. Hacen todo tipo de pasteles, pero si merece por algo la pena es por sus exquisitos cruasanes. En 2018, tras más de 100 años de trayectoria, echa definitivamente el cierre. 2012
El antiguo escudo de Mollet, más el histórico campanario de la Parroquia / Forn de Sant Vicenç. Interior del local
Bollería y pasteles artesanos / El cruasán, generosamente bañado en almíbar
Vista exterior, en el centro histórico de la ciudad / Cocas, pastas, palmeras, galletas...