HOTEL TATIN, Lamotte-Beuvron, Francia. Merece mucho la pena la parada en este mítico lugar, donde nació la famosa e imitadísima tarta Tatin. Según cuentan en el propio hotel, todo empezó un día, a principios del siglo XX, en que una de las hermanas Tatin (Caroline o Stéphanie) hizo las manzanas caramelizadas y se olvidó de poner la masa. Como solución, la echó por encima y le dio la vuelta. Había nacido un icono de la gastronomía. La misma receta se puede degustar donde se creó, ya sea a modo de degustación en la antigua cocina o en el restaurante del hotel, recomendado por la guía Michelin. Un bocado exquisito que supera cualquier expectativa. Está a solo un par de horas de París, si estás de paso no deberías desaprovechar la ocasión de probar la auténtica y genuina tarta Tatin. 2015
Degustación de tarta Tatin a 8€. La tarta entera para llevar sale a 22,50€ / El Hotel Tatin, un viaje en el tiempo
La tarta en su lugar de origen. Al fondo, la cocina donde la hacían las hermanas Tatin / El comedor
El clasicismo y los guiños históricos son una constante en este encantador lugar